La educación generacional, el género y la segregación sexual, son parte de los eslabones que conforman y mantienen la organización del eje de poder social, siendo la familia, la institución que conecta a las personas con la sociedad. Entendiendo el género, como las caracteristicas sociales contruidas, en contraposición del sexo, como diferencia biológica, al hablar de transgénero, entendemos multiplicidad o variabilidad de identidades genéricas, variedad de individuos, conductas y grupos que suponen tendencias que se diferencian de los roles de género normativos. Generación tras generación, se han ido abandonando algunas posturas unitarias centradas en una identidad femenina singular, haciendo posible que cada vez mas se reconozcan diferentes formas de ser mujer. En busca de una pluralidad de la identidad femenina, considerando que esta han sido construidas y que son la causa de la segregación sexual, con este trabajo quiero acercarme al momento de transmisión de dichos preceptos, dentro del ámbito familiar, realizando un recorrido entre las diferentes generaciones de mujeres dentro de mi propia familia. En la actualidad, aún es un reto llegar a una sociedad donde las identidades femeninas sean absolutamente plurales. Sería necesarios múltiples procesos de desestructuración de las identidades de género para lograr que fuera posible que cualquier persona pudiera asumir cualquier identidad, desde la más delimitada, tradicional e instaurada, hasta la más indeterminada, híbrida o andrógina, sin que ello suponga una transgresión social.